Ayer Sábado 10/01/09 salí con la bici, sin pensar en ninguna ruta, para dar una vuelta y decidí aprovechar la nieve caída estos días haciendo un Alhamil, Hacía un poco de frío pero al llegar al cruce, al mismo pisar la tierra estaba todo cubierto de nieve, esto vino bien para que las piernas entraran en calor ya que había que pedalear con más fuerza, aunque a medida que avanzaba más duro se hacía.
Pensé darme la vuelta porque no llevaba móbil y el frío me hacía dudar, eso de ir solo por esos lares, no mola mucho, hasta que llegando a la cuesta del alhamil oigo el ruído de una moto y era mi amigo Andrés que me acompaña hasta la cadena.
En la parte de arriba, la nevada es tremenda, hay más de un palmo, lo que me hace que al bajar al cortijo de Pepe el Sastre no toque el freno pues la nieve no deja que la bici coja velocidad.
Cada vez que las manos y pies se me helaban me bajaba de la bici y me ponía a correr para que me circulara la sangre, esto me hizo que no pasara a penas frío cuando bajaba.
Al final de todo mereció la pena, esto si que era una ruta con el camino virgen.
Pensé darme la vuelta porque no llevaba móbil y el frío me hacía dudar, eso de ir solo por esos lares, no mola mucho, hasta que llegando a la cuesta del alhamil oigo el ruído de una moto y era mi amigo Andrés que me acompaña hasta la cadena.
En la parte de arriba, la nevada es tremenda, hay más de un palmo, lo que me hace que al bajar al cortijo de Pepe el Sastre no toque el freno pues la nieve no deja que la bici coja velocidad.
Cada vez que las manos y pies se me helaban me bajaba de la bici y me ponía a correr para que me circulara la sangre, esto me hizo que no pasara a penas frío cuando bajaba.
Al final de todo mereció la pena, esto si que era una ruta con el camino virgen.